Hoy vi un documental de la jornada, sobre el EZLN, lo que fue en el 1 de enero de 1994 y lo que a sido alrededor de estos 15 años de digna lucha.
No puedo hablar mucho del tema, o más bien no me atrevo a hablar de más, me falta mucho por saber del tema para expresar una opinión completa. Lo que puedo decir es que reitere en video lo que ya sabía, el pueblo indigena y su nobleza, su grandeza, como levantan la voz para reclamar a los asesinos, como toman las armas por la desesperación y hartazgo, como no las bajan ni cesan la lucha, pero si dan lugar al dialogo.
Por otra parte llore, no voy a negarlo, cuando vi a Vicente Fox, gran demagogo en el que creí, en el documental se representaba su tan famoso e irresponsable posicionamiento populista, cuando en 15 malditos mins arreglaría el problema de los indígenas de Chiapas, como si en 15 mins se arreglaran los problemas más olvidados y profundos de este país, me pareció deshonroso tal demagogia, y me parecio tan digno que los pueblos indios se sintieran traicionados por las 3 fuerzas políticas del país en su carabana del 2003, cuando llegaron al Congreso de la Unión, cuando este, hizo ley, algo cercano pero no lo suficientemente amplio, a los Acuerdos de San Andrés plasmados en la COCOPA, donde se les otorgaría, como se negoció en el 94, libre autonomía a los pueblos indios.
Me sentí altamente insultado a ver a Felipe Calderón cuando era diputado federal (juro que si hubiera tenido presente dicha fotografía en mi cabeza al momento de votar en el 06, otra hubiera sido mi desición) , hablarle al congreso, decir y exponer el porque el PAN no aceptaba que ningún Zapatista hablara ante la tribuna (como si dicho espacio no fuera para ser usado por TODOS los mexicanos).
Y me sentí gustoso cuando en el 2003 se da la creación de los municipios auntonomos zapatistas. llamados caracoles, 5 para ser exactos, regidos por una junta de buen gobierno indigena.
El mensaje de este texto es uno, hay muchas cortinas de humo en la historia de nuestro país, y mientras uno se va adentrando con pequeños pasos como un documental, uno se da cuenta y se enamora más de las luchas sociales, por su justicia nata, por su grandeza, por su sentido digno. Solo espero que cambien las cosas, como me dijo un italiano, en este mundo hay muchas cosas por las cuales llorar, le respondo, tambien las hay porque luchar, cada quien como los zapatistas tendra su bandera propia, cada uno a su manera y en su cosmovision.
Estoy orgulloso de los indigenas mexicanos.
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