MENSAJEROS DE LA MUERTE.

Hace unos dias salí con una amiga, mas bien hace unas semanas, hablamos de lo ultimo de nuestras vidas, y despues caimos a temas delicados, tocamos el estado de salud de un ser muy cercano a ella.

Hoy mi amiga me hablo, para hacerme una cordial invitación al rosario por el eterno descanso de esta persona, me trato de hablar el sabado pasado pero yo me encontraba fuera de la ciudad sin credito en mi celular.

Fuí como mi obligación y gusto moral como amigo me indican. Me sorprendí al verla tan fuerte, no creo que yo hubiera sido siquiera la mitad cuando pase por esta situación.

----------------Enlisto a los mios, Manuel, Arturo, Guadalupe y Claudia.--------------

Recuerdo que cuando a mi me toco el más cercano (no el más traumante por cierto, pero si el que más me costo), me vi rodeado, al igual que mi familia, por personas que te dan buenas esperanzas, de personas que te dan mensajes de duelo, de personas que te dan no más que un abrazo (en ese momento no recuerdo necesitar más que esto). Pero el punto es que me ví rodeado de varios mensajeros del duelo, esperanzadores o fatales, como sea pero con un mensaje que trataba de la muerte.

En este raro juego de vida y muerte, en esa platica hace semanas, me toco ser el que se exponía así mismo para dar esperanza, no de vida, si no de la que queda después del desprendimiento.

Jugamos un juego y varios papeles en el hoy, en el presente, en este momento. Jugamos mientras estemos vivos, y en nuestro cuerpo va escrito el mensaje de la muerte jóven que algún día, despues de tanto haber escuchado, después de tanto haber dicho, callara por siempre ya no como mensaje, si no como realidad, promesa que nos alcanza y que llega a su fin, o a su verdadero inicio desconocido.