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México es el país de habla hispana más poblado del planeta, con aproximadamente 106 millones de habitantes. Tiene la duodécima economía más grande en el mundo y la segunda de Latinoamérica. Sin embargo, nuestro país todavía se caracteriza por un alto grado de pobreza y desigualdad, tanto en áreas urbanas como rurales. Si bien es verdad que existe riqueza - incluyendo a diez de los multimillonarios del mundo y siete de las 50 empresas transnacionales más grandes de los países en desarrollo, 48% de sus habitantes (casi 50 millones de personas) viven en la pobreza. Dieciocho millones de esas personas viven en la pobreza extrema, incapaces de pagar el alimento que requieren para nutrirse adecuadamente.Los mexicanos más pobres gozan de muy pocas oportunidades de trabajo y no tienen acceso a los instrumentos que necesitan para mejorar su bienestar. Cada vez recurren en mayores números a la economía informal o a la migración para buscar sustento para ellos y sus familias. Más de 400,000 mexicanos intentan emigrar a los Estados Unidos cada año.El municipio más próspero de México tiene un nivel de desarrollo comparable a países como Italia y Nueva Zelanda, mientras que el más pobre comparte el mismo nivel de Malawi y Malí, dos de los países más pobres del planeta. El 10% más pobre de la población obtiene solamente 1.4% del ingreso total en México, mientras que el 10% más rico gana el 40.5%. Es decir el decil más rico gana 29 veces más que el decil más pobre. Aun si el ingreso de los ricos se mantuviera constante, con las tasas de crecimiento actuales los pobres se tardarían 70 años para alcanzar el ingreso de los ricos.La desigualdad es un problema serio, ya que los miembros más marginados de la población son mucho más vulnerables y tienen menor acceso a la educación, la economía formal (y sus ventajas sociales) así como al sistema financiero. Los más pobres no reciben muchos de los servicios que podrían ayudarlos a mejorar su condición.México ha progresado durante los últimos diez años. La pobreza ha caído a niveles similares a los anteriores a la crisis económica de 1994-95 y la desigualdad ha disminuido lentamente. Aún cuando la economía no está creciendo rápidamente, la inflación ha sido controlada y el gobierno federal ha implementado programas innovadores, como Oportunidades (antes Progresa), que benefician a los miembros más vulnerables de la sociedad. México ha tomado acciones correctas en algunos temas, pero todavía falta mucho por hacer.
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